Mascarillas para el cabello

Por mascarilla para el cabello designamos a aquella crema, con texturas más o menos lechosas, que aplicada después del lavado acondiciona, desenreda, suaviza el cabello. El ritmo rápido que se vive en hoy en día nos hace ser más prácticos a la hora de elegir productos de peluquería.

Hace unas décadas sólo existía el bálsamo acondicionador usado para desenredar y dar brillo al cabello. Se usaba después del lavado, del tinte o decoloración. Sólo había un tipo de crema suavizante. Las primeras eran de hierbas naturales. Hoy en día marcas como Wella aún conservan su famosa crema suavizante de hierbas Wellazid.. Entonces no existían champúes como hoy en día sin sales ni sulfatos. La fibra capilar quedaba dañada al lavarlo, o después de una permanente fuerte, un tinte con excesivo amoniaco, un alisado hecho con líquido de permanente. La peluquera para que fuera más efectiva la crema balsámica solía aplicar superficialmente una toalla con agua muy caliente envolviendo la melena con el fin de la que la crema penetrara más en el cabello reseco y dañado. Después aparecieron los vaporales que hacía la misma misión que la toalla con agua caliente. Los climazones actuales  aportan  calor seco a las mascarillas o tratamientos aplicados acelerando el proceso de la crema y ahorrando tiempo.

Tipos de mascarilla para el pelo

Las mascarillas restauradoras actuales son muy fáciles de usar y lo podemos hacer en casa cada vez que lo necesitemos después de un lavado, tinte o decoloración por ejemplo. Hay muchas variedades de mascarillas para el cabello. Vamos a explicar unas cuantas:

  • Mascarillas alisadoras con aclarado: son aquellas que se usan para ayudar a alisar el cabello después de lavado. Aportan peso al conjunto y lo envuelven con alguna vaina que protegerá al cabello en contacto con las inclemencias del tiempo y el vapor de agua del ambiente. La mascarilla no alisa por si sola. Ayudará a alisar con el secador y posterior plancha evitando el encrespado del cabello. Así podremos ir más rápidos a la hora de secar el cabello. Una vez bien secado procederemos  al planchado ordenado de la melena para que el resultado sea más efectivo.
  • Mascarilla nutritiva con aclarado. Ideal para cabellos normales, ligeramente secos o muy secos. Para reparar las fibras dañadas en las zonas más necesitadas como medios y puntas.
  • Mascarilla de hidratación profunda libre de sales y sulfatos con aclarado. Esta nos servirá para alargar los tratamientos de reposición de masa capilar o de queratina alisadora. Hay diferentes variedades. Las hay que llevan un aceite, por ejemplo de macadamia, que sustituye la capa lipídica arrastrada por un champú muy agresivo. Dentro del apartado de mascarillas libres de sal encontramos las que aportan además colágeno. El colágeno aporta cuerpo en cabellos finos de manera sorprendente. Una pequeña cantidad será suficiente para que se note el efecto reestructurante y los cabellos luzcan sueltos y brillantes.
  • Mascarillas instantáneas para las que no tienen ni un minuto que perder esperando que haga efecto la crema. Se aplican después del lavado igual que las anteriores. Una pequeña cantidad repartida en medios y puntas bien repartida con un peine de finas púas. El tiempo de exposición suele ser de medio minuto y el resultado es como si nos hubiéramos aplicado una mascarilla tradicional.
  • Mascarillas sin aclarado. Son cremas que se aplican después de lavar el cabello y no se aclaran. El resultado para cabellos muy encrespados o muy resecos es más visible que si lo aclarásemos.
  • Mascarillas termoactivadas sin aclarado. Se activan con el calor de un secador y de las planchas de cerámica. Si el secador y la plancha funcionan con componentes que produzcan iones será mejor pues así las sustancias activas de las cremas penetrarán en forma de partículas muy pequeñas que harán que se hidrate el cabello en vez de secarse con el calor.
  • Mascarillas nocturnas que nos aplicamos al ir a dormir y se aclaran por la mañana. Estas restauran la fibra capilar durante toda la noche.
  • Mascarillas solares. Después de tomar el sol y de bañarnos en la piscina y en la playa aportan la suavidad y nutrición necesaria para que nuestro cabello esté sano por fuera y por dentro. Además aportan filtros UVB y UVA.
  • Mascarillas densificadoras que aportan cuerpo a cabellos muy finos.
  • Mascarillas con efecto calor. Se calientan al contacto con el agua. El efecto dura unos minutos suficientes para que hagan efecto los productos nutritivos. Evitaremos la sensación de frío en los días más duros de invierno.
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